Antes de llegar a mi escritorio cada mañana, ya hice dos viajes con el auto repleto de niños a dos escuelas diferentes. Y, como cualquier padre puede imaginar, ese es solo el inicio de mi itinerario de conducción diario. Incluso con los bajos precios de la gasolina, mi presupuesto mensual de gasolina llegaba a $250 y yo vivo a menos de 10 millas del trabajo.
Hasta que llegó mi nuevo Kia Soul, totalmente eléctrico. Con mi incentivo de $7,500 del gobierno federal, y el reembolso de $2,500 del CVRP, pude alquilar el vehículo perfecto para mi familia, por $206 por mes.
Los beneficios financieros me convencieron de darle una oportunidad a este automóvil, pero las otras ventajas de tener un vehículo eléctrico me sorprendieron gratamente. Nuestro automóvil se volvió una fuente de orgullo para la familia. Se siente bien dejar de depender de la gasolina. Además, los niños adoran este vehículo. Definitivamente, tiene el factor “atractivo”.
No puedo creer que tardé tanto en hacer este cambio. Volver a un vehículo de gasolina ya ni siquiera es una opción. ¿Mi consejo? Haga los cálculos para su familia y decídalo hoy. Los resultados podrían sorprenderlo.