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La carga de un vehículo a hidrógeno es tan simple como cargar un automóvil a gasolina, pero el hidrógeno tiene algunos beneficios adicionales...

Carga de un automóvil a hidrógeno

El elemento más abundante del universo, el hidrógeno, se encuentra entre los combustibles más limpios y ecológicos para cargar automóviles, denominados vehículos eléctricos con celdas de hidrógeno (FCEV).

Los FCEV se cargan con gas hidrógeno comprimido. Las celdas de hidrógeno no queman el gas, sino que extraen el hidrógeno de un tanque incorporado y lo funden en forma química con oxígeno para fabricar agua. Este proceso libera electricidad que seguirá alimentando el motor eléctrico del automóvil siempre que haya hidrógeno en el tanque. El único residuo producido es agua pura.

Para compensar la falta de estaciones de recarga de hidrógeno prácticas y disponibles, varios fabricantes de FCEV actualmente incluyen tres años de hidrógeno gratuito con la compra de un vehículo, con un valor de alrededor de $15,000. De manera similar a la recarga de gasolina, solo toma de tres a cinco minutos cargar el tanque de un FCEV. En California, existen más de 35 estaciones de recarga de hidrógeno disponibles, y hay muchas estaciones adicionales en desarrollo.

Mire este breve video para ver lo simple que es cargar un vehículo a hidrógeno:

La California Fuel Cell Partnership proporciona un mapa fácil de usar para encontrar estaciones de recarga cercanas a su hogar.

Tipos de hidrógeno

La mayoría de las estaciones de hidrógeno tienen dos boquillas de recarga diferentes, una que proporciona combustible a 35 megapascales (Mpa) y otra que proporciona combustible a 70 MPa. El combustible a 70 Mpa tiene mayor presión, lo que significa que el mismo volumen de tanque puede ofrecer un mayor rango al vehículo. Consulte los requisitos del fabricante de su vehículo para determinar la presión adecuada que debe utilizar.